viernes, 7 de diciembre de 2012

Historia de un entreno


Ayer, siguiendo mi plan de entreno Trans 119 km, decidí ir a Arucas a hacer lo que fue la Circular de Osorio.

Estuve pensando si llevarme el móvil para el entreno, más que nada por la función de cámara, hacer fotos en días como el de ayer lo merecen en ese paraje; finalmente decidí no hacerlo, porque ya me he cargado un par de teléfonos por mojarlos en demasía, y es que ayer la lluvia aparecía d
e forma intermitente pero intensa. ME EQUIVOQUÉ.

Al picar el primer kilómetro de entreno, en plena subida, me encuentro con dos perros sueltos, un boxer blanco y un pastor alemán cruzado de color negro, al principio con cierto respeto me paré para ver como reaccionaban, eran dos colegas de campo hechos unos buenazos, intenté vanamente que no me siguieran, se alejaban pero al momento se me pegaban.
No tuve más remedio que rendirme a ellos, me siguieron todo el tiempo, subimos al Pico, juntos, yo también a cuatro patas, los que conocen Osorio con barro, saben que hay tramos en que es inevitable subir de esta manera.

No paré de pensar como me los quitaría del medio cuando llegáramos al final del entreno, para mi es imposible asumir dos perros, por mucha pena que me dieran.

De vuelta por la zona Los Castillos, advertí que el pequeño negro no estaba, solo seguía conmigo el boxer blanco, lo de blanco es un decir, lo único que le quedaba de blanco era la coronilla, estábamos los dos embarrados y empapados.
Así que entendí que esto era una señal más del destino, y después de 16 km juntos de entreno llegamos al final.

Me puse a estirar mientras él, se relacionaba con todos los que por allí estaban, perro fantástico, supercariñoso, mimoso, atlético, elegante…..eché el asiento para atrás, para dejarle el mayor espacio posible en el suelo del asiento delantero del coche pero quiso ir sentado en el asiento, yo que siempre me coloco una toalla o bolsa para no mojar el asiento con mi sudor, y si viérais como quedó el asiento suyo.

Sentado a mi lado, echó su cabeza en mi brazo, y de vez en cuando un lametón, no podía creerme lo que tenía al lado, indignado porque alguien abandone un perro así y contento por haberlo encontrado. 

Y comencé a pensar que nombre le pondría, ¿OSORIO?. 

Decidí pasarme por una clínica veterinaria que hay cerca de casa, por si tuviera chip, y lo tenía, la veterinaria se puso en contacto con los dueños mientras yo iba a casa a ducharme y abrigarme porque estaba helado literalmente. Imaginaba que los dueños no lo querrían, pero no era así, al parecer se escapó de la casa durante la mañana y se enteraron cuando la veterinaria los avisó (supongo que sería así pero no me fio un pelo).

Terminándome de vestir, recibo la llamada desde la clínica, por si quería ir a ver a los dueños y despedirme del perro, le dije que no, no tenía ni ganas de verlos ni de despedirme del perro…..al minuto bajé arrepentido a la clínica, pero cuando llegué ya fue tarde.

Me quedé hecho polvo, durante tres horas estuvo conmigo, pegado a mi, yo, racionalmente no quiero tener un perro en casa, pero de la forma que ocurrió todo, no tenía más remedio. Sumando las señales, estaba claro, la revista de el corte inglés sobre mascotas que hojee por la mañana desayunando, la decisión de entrenar allí, que de los dos perros, uno estuviera conmigo hasta el final……estaba claro.

Como os decía al principio, ME EQUIVOQUÉ, ayer era el día para llevar el móvil, me quedé hasta sin una imagen de los dos.

3 comentarios:

  1. Bonita historia y lo del movil a mi tambien me ha pasao, cuando no lo llevas suele pasar algo interesante. Un saludico.

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  2. Pues has tenido suerte de que tuviera chip. Si te encariñas con el perro y encima es de esos que te aguanta 16K corriendo, te veo con un problema en casa.

    Me alegra leerte de nuevo y sobre todo saber que vuelves a entrenar.

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  3. Tuvo qué ser una experiencia compartir tanto tiempo con el perro..aunque ahora estará acordándose de toda tu familia tirado sin poder moverse...jajaja ...Me alegro volver a verte por aquí y si vienes a Sevilla espero saludarte en persona.

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