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La gacela sin cordones
Makau, el nuevo héroe keniano al batir inesperadamente el récord mundial de maratón, tuvo unos comienzos dubitativos
Día 27/09/2011
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Rodilla pegada al asfalto, el pequeño atleta comienza a abrocharse los cordones entre ojos de vidrio. Apenas mil metros recorridos y ya es víctima involuntaria de las burlas del graderío otomano. Nadie les culpa: solo unos minutos antes, y tras perderse por la ciudad de Tarso durante el calentamiento, este keniano de tan solo 21 años ha sido obligado a tomar la salida en la soledad de los héroes. Mal día para estrenar zapatillas nuevas. Sus compañeros se pierden ya en el horizonte.
Aliado quizá entonces con la diosa de la (in)fortuna, nadie diría que de esta cerril forma comenzaba, hace ya más de cinco años, la carrera internacional de Patrick Makau, quien el pasado domingo destrozaba el récord del mundo de maratón con una marca de 2:03:38. Unos inicios zotes, pese a que finalmente acabó ganando la prueba turca, que el tiempo (y las canas) han sabido pulir: vencedor de la maratón de Rotterdam en 2010 y bicampeón en Berlín.
Sin embargo, para este hijo de la miseria keniana, el atletismo tan solo ha sido un barco con el que escapar del hambre: «Mi ambición era tener una vida mejor. Solo eso», recuerda con bastante asiduidad. Y lo cierto es que en su localidad de origen —Eastern Providence— no era el único. De esta plaza han surgido otros héroes de un Olimpo con demasiados dioses: el campeón de la maratón de Chicago en 2007, Patrick Ivuti, o el vencedor en Rotterdam 2005, Jimmy Muindi, quien durante años ejerció de improvisado mecenas en la carrera adolescente de Makau.
Poco ha cambiado desde entonces. En la actualidad, el plusmarquista forma parte del selecto equipo de «Kibiko» —ligado a la Policía keniana—, y del que, en tan solo tres años de vida, ya han salido glorias nacionales como el actual campeón del mundo de maratón, Abel Kirui. Pese a ello, de momento la lucha diaria de los cerca de 50 atletas —seis de ellos, mujeres—, que cada día duermen y entrenan en este centro localizado en Ngong Hills, a apenas unos kilómetros de Nairobi, lo cierto, poco o nada tiene que ver con un glamour olímpico, que solo busca peones.
«Seamos realistas», reconoce a ABC Samsom Katam, entrenador jefe del equipo: «Hasta a nosotros nos ha sorprendido el récord de Makau. No era nuestro hombre». Para el técnico, la responsabilidad de desbancar a Haile Gebrselassie de su trono dorado siempre recayó en Geoffrey Mutai, quien este año ya logró un oficioso (aunque no homologable) récord en la maratón de Boston.
«Si hubiera tenido que apostar mi dinero por Makau nunca lo hubiera hecho», reconoce el entrenador. Quizá no le falte razón. Porque el estilete de candidatos no era menor. De Abel Kirui, vencedor en los Mundiales de Daegu, a Moses Mosop, protagonista de la lucha fratricida en Boston con Mutai, el panorama para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se presenta ahora apasionante.
«Nuestro objetivo es rebajar la marca de maratón a 2:02:00 antes de un año —dice Katam—. Y a buen seguro, que Makau estará de nuevo en la lucha». Aunque esta vez, tendrá que abrocharse los cordones.
Iba a poner un comentario en el blog de Gonzalo pero me he encontrado con este artículo de prensa.
Se tendrá que abrochar los cordones.., mientras unos indeseables otomanos se volveráran reir él, pero el Jefe de su equipo cambiará su realidad y su entrenador confiará más en su atleta para poder jugarse el dinero.. Felicidades Makau por el record y felicidades Juanma por esta bonita entrada
ResponderEliminarJusto lo que opinaba yo, hay tantos corredores con tanta clase detrás que este récord del mundo no durará otros tres años.
ResponderEliminarEn Londres habrá 2 maratones en 2.012, ¿quién optará por la gloria olímpica y quién por la gloria económica de un nuevo record?
ResponderEliminarMuy bueno el articulo.
ResponderEliminarSobre los keniatas, dan miedo!! Donde esta el limite de estos corredores? ... sea como sea, es impresionante verlos correr :)